ILUMINACIÓN

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La iluminación es un factor muy importante a tener en cuenta en el momento de construir o reformar una casa. En primer lugar nos permite llevar a cabo todas las actividades del hogar, de un modo cómodo y seguro: moverse por dentro de la vivienda, cocinar, leer… y en segundo lugar crear diferentes zonas o ambientes confortables que nos transmitan sensaciones: con más energía o más relajantes, íntimos, alegres, espacios que parecen más grandes o pequeños, entre otros.

Por tanto, el objetivo es conseguir una iluminación funcional y que sea agradable estéticamente.
Descripción

Iluminación para interiores de viviendas

La iluminación es un factor muy importante a tener en cuenta en el momento de construir o reformar una casa. En primer lugar nos permite llevar a cabo todas las actividades del hogar, de un modo cómodo y seguro: moverse por dentro de la vivienda, cocinar, leer… y en segundo lugar crear diferentes zonas o ambientes confortables que nos transmitan sensaciones: con más energía o más relajantes, íntimos, alegres, espacios que parecen más grandes o pequeños, entre otros.

Por tanto, el objetivo es conseguir una iluminación funcional y que sea agradable estéticamente.

Importancia de planificar la iluminación de la vivienda

Para conseguir una iluminación adecuada en todas la estancias de la casa se debe hacer una buena planificación de la iluminación antes de realizar la obra, de esta forma evitaremos imprevistos durante la ejecución y sobrecostes.

Un buen diseño de la iluminación debe satisfacer las necesidades de sus inquilinos, al igual que sus gustos, dando prioridad al confort y a la funcionalidad. Hay que pensar en la cantidad de puntos de luz que necesitamos, su ubicación, el diseño de la instalación eléctrica, el tono y la cantidad de luz, la combinación de diferentes tipos de lámparas, la tecnología que utilizaremos, la disponibilidad de luz natural, etc. Son muchas cosas a tener en cuenta por lo que recomendamos acudir a un profesional a que os ayude a definir con antelación estos puntos que os hemos comentado.

 

Calidez y cantidad de luz

Para proyectar la iluminación de cada estancia se tienen que estudiar diferentes parámetros, uno de ellos es el tono y la cantidad de luz. El tono o temperatura de color de la luz es la sensación que percibe el ojo humano ante una luz. Se clasifica en 3 tonalidades de color y se mide en grados Kelvin.

La luz cálida presenta tonalidades amarillentas y se encuentra por debajo de los 3.300 Kelvin. Es apropiada para crear ambientes acogedores, íntimos y relajantes por lo que se suele utilizar en el dormitorio, sala de estar, comedor, recibidor y pasillos.

La emisión entre 3.500 y 5.500 ºK se considera luz neutra, tiene una tonalidad más natural por lo que permite apreciar los colores de los objetos con más realismo. La luz neutra es habitual encontrarla en el lavabo, cocina y vestidor.

Por último existe la luz fría, con tonalidades blancas azuladas, a partir de los 5.500 grados Kelvin. Este tipo de iluminación incrementa la sensación de iluminación. En una vivienda las podemos encontrar en el garaje, trastero, despacho y zonas de trabajo.

En una misma zona también se pueden aplicar una combinación de tonalidades de luz para producir diferentes efectos visuales y conseguir una atmósfera mucho más agradable. Por ejemplo en un salón se puede utilizar una luz uniforme más cálida para ambientar mientras ves la televisión, y una luz más blanca para la zona de lectura.

Temperatura de color de la luz en grados Kelvin. Fuente: Securibath

Tipos de iluminación artificial

Para iluminar un espacio con luz artificial se pueden utilizar diferentes tipos de iluminación según la cantidad y tipo de luz que reciba el ambiente: general, puntual, ambiental y decorativa. A partir de las necesidades y gustos se pueden combinar diferentes tipos para crear distintas escenas de luz en cada espacio interior de la vivienda.

  Iluminación general

Es aquella que permite iluminar el conjunto de un determinado ambiente sin sombras ni contrastes garantizando desarrollar las actividades cotidianas con seguridad. Normalmente se suelen encender y apagar desde la entrada de la habitación. Este tipo de iluminación se consigue a través de apliques o lámparas de techo. Y se recomienda utilizar varios puntos de luz en vez de una única fuente de luz en el centro de la habitación.

  Iluminación puntual (o focal)

Se trata de un tipo de iluminación no uniforme que tiene como objetivo iluminar una área concreta: un escritorio, zona de lectura, mesa del comedor, zona de preparación de comida, área de maquillaje, cabecero de la cama… Se suelen emplear lámparas colgantes, de techo, de pie o de sobremesa, y solo se encienden cuando se requiere una iluminación complementaria para desarrollar la actividad.

Iluminación de exposición (o de ambiente)

Este tipo de iluminación va destinada a crear un efecto o dar un toque especial en un ambiente, por tanto no tiene por objetivo iluminar una zona de trabajo. Se suelen utilizar varias lámparas cálidas distribuidas por la estancia.

  Iluminación decorativa

Se emplea para resaltar un determinado objetivo decorativo o elemento arquitectónico especial: un cuadro, escultura, jarrón, techo realizado con bóveda catalana, una pared, etc.

Sistemas de alumbrado

En base a la distribución del flujo luminoso que llega en una zona, las luminarias se pueden clasificar en 5 sistemas: luz directa, semi-directa, indirecta, semi-indirecta y difusa.

  Directa

Cuando todo el flujo luminoso se dirige hacia abajo. Es el sistema que ofrece mayor rendimiento luminoso ya que se aprovecha casi toda la luz emitida. No obstante, las sombras y los contrastes son más intensos y provocan altos niveles de deslumbramientos. La iluminación directa es propia de espacios que necesitan una iluminación focalizada o decorativa.

  Semi-directa

Cuando la mayor parte de flujo de luz se dirige hacia el suelo (entre un 60-90%) y el resto es reflejada en techo y paredes. El efecto es más agradable ya que las sombras son más suaves y la posibilidad de deslumbramiento es menor.

  Indirecta

En este caso entre el 90% y 100% de la luz se dirige hacia el techo y luego se distribuye en el ambiente por reflexión. Cómo las pérdidas de luminosidad por absorción son muy elevadas se recomienda utilizar colores claros que permitan reflejar bien la luz. Al presentar una iluminación más suave y uniforme se genera un ambiente más relajante, reduce las sombras e incrementa la sensación de amplitud en el espacio. La única desventaja es que la visibilidad de los objetos no es tan nítida por lo que no es recomendable para iluminar espacios de trabajo.

  Semi-indirecta

Cuando la mayor parte de la luz va dirigida hacia arriba (un 60 – 90%) produciendo un sombras suaves y muy pocos deslumbramientos. Crea un ambiente muy agradable y confortable.

  Difusa

En este tipo de iluminación el flujo se reparte al 50% entre procedencia directa e indirecta creando una iluminación homogénea y sin sombras ni contrastes. Son ideales para conseguir una iluminación tipo general.

Sistemas de iluminación según el flujo de luz.

Aprovechamiento de la luz natural

La entrada de luz natural es fundamental para nuestro hogar. Una casa luminosa nos da más vitalidad, y es más confortable y saludable por lo que afecta a nuestras vidas.

La disponibilidad del sol es unos de los factores más importantes para los arquitectos e interioristas durante el diseño de una vivienda o edificio. Condiciona la distribución interior, el sistema de climatización, aislamientos, ventanas, cortinas, etc. Además, disponer de luz natural nos permite ahorrar energía, lo que se traduce en un ahorro económico.

Para sacar el máximo partido de las horas de sol existen varias soluciones que permiten potenciar la iluminación natural dentro de la vivienda, por ejemplo, agrupando las estancias activas durante el día (salón, comedor y cocina) en el lado de la casa más iluminada, crear espacios más diáfanos, evitar cualquier obstáculo enfrente las ventanas, utilizar colores en tonos claros y suaves, instalar puertas de vidrio y corredizas, poner espejos para que refleje la luz, etc.

Ahorro energético

Como hemos comentado en el punto anterior, una de las mejores formas de ahorrar energía en una vivienda durante el día es aprovechando al máximo la luz natural. Pero también existen trucos para no derrochar la energía con la iluminación artificial.

Una de las mejores opciones es utilizar iluminación LED. A pesar de ser un poco más caras que las bombillas tradicionales permiten reducir un 80% el consumo de energía en comparación a la bombilla incandescente tradicional, además presentan una mayor durabilidad y no desprenden tanta calor. También permiten el ahorro de energía, pero en menor medida, las bombillas fluocompactas (o de bajo consumo).

Otras alternativas para conseguir una iluminación más eficiente pueden ser, por ejemplo, instalar detectores de movimiento en zonas de paso (pasillos y distribuidores), incorporar reguladores de luz que permitan aumentar y disminuir la intensidad de luz en función de la actividad que vayas a realizar, o prescindir de la luz general en el caso que no sea necesario.

Hasta aquí el artículo sobre iluminación de interiores, si necesitáis ayuda para vuestro proyecto de iluminación o realizar cualquier tipo de reforma no dudés en contactarnos.